"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper."

domingo, 2 de octubre de 2011

Lectura


Solté una inhalación que me supo estrepitosa, le siguió un suspiro que se instaló en mi garganta. Cerré los ojos  tratando de ignorar todo el cansancio de mi cuerpo mientras sentía la brisa rozando levemente mis mejillas y refrescando mi mente. Miré el cielo nocturno que  mostraba su luna de plata ante mi con toda su belleza y sonreí repuesta ya. Después de todo era una noche hermosa para desperdiciarla durmiendo.

Volví a cerrar mi ventana y tome el libro que estaba sobre mi cómoda.
"¿En dónde íbamos, mi amor?"  le susurré al protagonista con una sonrisa de anhelo. Estaba devuelta en sus brazos, bajo la luna de letras.