"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper."

domingo, 23 de enero de 2011

Nieve


La nieve caía con ese deje de irrealidad que caracteriza a esos neblinosos, pero aún así, reconfortantes días. Apareciste nuevamente justo por detrás de mí, con esa mirada cargada de desafíos que esperaba ansiosa, y esa media sonrisa cargada de ironía que tanto detesto.

Nuevamente ese aroma a alivio y peligro que traes hacia mi volvió, nuevamente siento tu desagradable forma de ser, tu forma de subestimarme, mis ganas de superarte, de asombrarte, de hacer que te tragues todas esas palabras llenas de sarcasmo.

Otra vez sentí, como en todas las ocasiones en que nos vimos, esas inmensas ganas de besarte mezcladas con mi intenso odio hacia tu manera de ser conmigo… o con el mundo, no lo sé en realidad, las muchas veces que nos vimos solo fuimos el uno para el otro, creo que te encargabas especialmente de que nadie nos interrumpiera en nuestras largas charlas, por no decir debates improvisados, repletas de comentarios algo hoscos y temáticas de lo más variadas.
Porque eras solo mío, aunque suene egoísta y posesivo. Eras solo mío, porque solo yo estaba a la altura de tus comentarios. Porque solo yo los resistí.
Y yo era solamente tuya en esas tardes de invierno, cuando los copos nos bañaban, y tu intentabas calentar mis labios con los tuyos.

Te fuiste en verano. Pero eso no me importo, porque pasara lo que pasara, sabias que eras mío… pero yo no era tuya.Sabia que nuestro amor no se derretiría, como la nieve. Y no creas que te extraño, pero siempre tuve a otros, a varios. No te sientas mal. Tú eras especial. Tu creaste la irrealidad de mi vida. Y por eso, empiezo a dudar... lo más posible es… que te marcharas para no perder ese poco que te di de mí.

Y ahora que lo pienso, me siento alagada por ello. Poraque asi puede que me salvaras, ya que aunque otros me rompieron, yo no caí. Porque no pudieron romperme entera. Tu aún me tenías.
Gracias, por esto y mucho más... gracias.

La nieve caía con ese deje de irrealidad, que era solo tuyo, y por lo tanto, era reconfortable sentir como rozaba mi piel.


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Aparte y en relación a mi nuevo desafío 2011:

Dos velas para el diablo (terminado)
Bel: amor más alla de la muerte (leyendo)

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