"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper."

miércoles, 16 de febrero de 2011

Ojos verdes y pisadas

Segundo capitulo de Kingheart, espero que les guste. Besos!!!
El internado Kingheart era tal cual me lo imaginaba: Altos muros de piedras, montones de pasillos, escaleras de caracol, jardines majestuosos, casino para reyes, establos, bosque misterioso, salón de esgrima, música, auditorio, salón central, salón de baile, vestíbulo gigante con vitrales en cada una de las ventanas, habitaciones con camas tamaño King, muebles de la más fina madera, pisos de mármol y en conjunto no era más que un gasto excesivo de dinero. Como dije, tal cual me lo imaginaba.
En cuanto me bajé del tren y aspiré el aire de el pueblo Kingheart sentí enseguida el perfume de la elegancia y el dinero por todas partes, unas calles completamente limpias y hasta lustradas (o eso parecían) entraron en contacto con mis lustrosos zapatos y mi impecable uniforme. Ignoré a todos esos vendedores y taxistas que me lanzaron esa sonrisa de “gaste su dinero con nosotros” y solo acepté transporte de una carreta a caballo por dos razones: 1. Amo los caballos y creo que sería muy dramático que me vieran llegar  e un transporte de este estilo y 2. Me encanto el letrero que colgaba de la parte  de atrás del carruaje que decía <<El dinero tiene microbios, no se enferme GÁSTELO AQUÍ>>
Así que llegué a carruaje a mi encarcelamiento momentáneo o a “estudiar” como otros le dirían.

El internado Kingheart debía tener una fachada de miedo, de esas de los castillos de antiguas monarquías, pero yo me entretuve en bajas mi equipaje y pagar por el aventón, luego entre ignorando a todo y a todos. Ya era molesto ser la nueva en una escuela, pero serlo en una llena de petulantes ricachones; no quería ni imaginar el tipo de miradas interesadas o desdeñosas que me lanzarían en cuanto entrara a su campo de visión.

Llegué lo más rápido que pude a la administración y  ahí dentro una secretaria de esas rechonchonas que te lanzan sonrisas sínicas me llevó a mi habitación. De camino me explicó que los nuevos llegan un día antes para adecuarse y encontrar sus clases, y por eso no había sentido ningún tipo de ruido durante mi primera hora en el internado (ok, me perdí y demoré una hora en llegar a la administración, a cualquiera le pasa) aún así todos los alumnos antiguos podían llegar este día si querían (y quien iba a querer llegar un día antes a la escuela) pero solo habían dos alumnos dentro de estas silenciosas paredes, contándome.

Como era la única chica, me dejó mirar todas las habitaciones para elegir la mía. Terminé seleccionando una apartada habitación, al final de un oscuro pasillo (o al menos más oscuro que el resto de los pasillos) al que se llegaba después de subir una escalera de caracol. Era una habitación de las más grandes, en el tercer piso, y con una vista del bosque que me enamoró en el momento. Además no tendría vecinas, ya que no había más habitaciones en ese pasillo. La soledad que necesitaba, el silencio que quería, era perfecto.

Después de dejar mis cosas ordenadas y bajar de nuevo a la recepción (y esta vez no me perdí) me dediqué a vagar de aquí para allá leyendo los números y las letras de las salas y grabándolas en mi memoria. Pasaron las horas y a eso de las 8 de la noche estaba desesperada por llegar a mi habitación.

<< ¿Por qué hicieron todas las escaleras, pasillos y puertas iguales? ¡¡Y lo peor es que aún no logro salir del edificio de las aulas!! No he comido nada desde que llegue, y eso fue a las 4 de la tarde, ¿que fue eso?, ¿y esos pasos?>>

Casi instintivamente me detuve a agudizar el oído, y los pasos se detuvieron 

<< ¿Quién mierda es?, ¿es que no sabe presentarse?, ¿está intentando asustarme? >>

Me puse a caminar de nuevo y los pasos volvieron a oírse, apresuré el paso y los pasos me siguieron con más rapidez, casi sin notarlo me puse a correr y el eco de esos pasos sordos me persiguió con descaro. Entonces empezó una carrera cargada de pánico, imagínense por un momento que corren con descontrol por un oscuro edificio de piedra mientras detrás percibes unos pasos fuertes e incansables, un jadeo casi imperceptible, imagínense que sus piernas empiezan a cansarse, que se sienten de gelatina, que el solo respirar tare el sabor de la sangre a tu boca, pero que no te atreves a parar por solo el miedo de imaginarte lo que hay detrás de ti. Cuando llegué a un pasillo más iluminado lleno de habitaciones con letras H guion y un número los pasos empezaron a detenerse, pero yo seguí corriendo deseando estar lo más lejos de lo que sea que me persiguiera, por fin doble en una esquina y los pasos cesaron, aún corriendo giré la cabeza para ver qué era lo que iba tras de mí y sentí que chocaba con alguien y caía al suelo. Grite sin pensar que no había sentido los pasos sordos acercarse por delante de mío.

-Aaahhhh!!!!!!!! – me removí con los ojos apretados de pavor y sentí como me tomaban de las muñecas y me apretaban contra el suelo- 

<<Se acabó, voy a morir. No le dije a mi mamá que la quería, no besé a nadie, no probé ese helado de color azul, no me puse un vestido de gala, no…>>

-Eh!, ¿pero qué te pasa?

<<Eso no suena como un monstruo>>

Abrí los ojos lentamente, unos ojos verde oscuro me miraron con un brillo extraño, un mechón de oscuro cabello caía sobre su frente, su pelo negro como ala de cuervo brillaba con una intensidad única, su piel pálida, pero de un tono más tostada que la mía, guardaba unos rasgos filosos pero muy bellos. Sus manos aprisionaban mis muñecas contra el piso y estaba inclinado sobre mí en una pose algo comprometedora. Sentí el rubor de mis mejillas enseguida, debía de contrastar contra mi palidez natural, y mi palidez del pánico que aún no me abandonaba. Mi respiración se fue relajando poco a poco.

-Bien, te soltaré, pero te quedarás tranquila. ¿Vale?
-Vale

Me ayudó a levantarme del piso y pude ver su esbelta figura. Vestía todo de negro, con una camisa con el cuello parado y pantalones algo ajustados que mostraban la figura de unas musculosas piernas y un brillo plateado colgaba de su cuello. No pude prestar atención, de inmediato mire para atrás con el pánico reanudado, dispuesta acorre directo a Londres para refugiarme en los brazos de mi padre o en el regazo de mi madre como una niña pequeña.

Debió de notarlo, porque enseguida me aprisionó contra la pared más cercana, su rostro estaba tan cerca del mío que sentí que podía apreciar cada uno de mis rasgos. Y por si no les he dicho como soy, tengo el pelo largo y de un rojo anaranjado con algunos rizos que caen por mi espalda, soy de estatura media y aún así él era un poco más alto que yo tengo pecas por sobre la nariz y mi piel es muy pálida, mis labios son de un tono rojo que contrasta con el resto de mi cara y mis ojos son castaño claro.

-Dijiste que ibas a estar tranquila
-Algo me persigue, no sé donde estoy ni cómo salir de aquí –dije por lo bajo, me fijé en su voz melódica y seductora-
-Pues estás en el internado Kingheart si no te has dado cuenta –le mire enojada por la broma y nuestras narices se rozaron- Vale, te ayudaré a llegar a tu habitación, por cierto, estas en el dormitorio de los chicos en este momento –dijo con una media sonrisa-

Le seguí sin decir nada y ya en los dormitorios de las chicas supe ubicarme, pero no pensaba atravesar sola el oscuro pasillo así que le dije mi habitación en un susurro y fuimos juntos.

-Ya llegamos -dijo mientras abría la puerta con mi llave- supongo que es un buenas noches –susurró acercándose por detrás y susurrándome las buenas noches en el oído-

Reprimí un temblor, y después de un gracias forzado le cerré las puerta lo más rápido que pude esperé hasta que escuche que se había ido y me senté sobre la cama a llorar. ¿Cómo iba a pasar siquiera un semestre en este lugar tan aterrador?
Caí dormida, aún vestida con el uniforme, con esos ojos verdes clavados en mi memoria. Esa fue mi primera noche en Kingheart.

1 comentario:

Anónimo dijo...

uuuuu ñ.ñ encantador!!
Que un lindo niño se me atraviese en medio de ese tétrico lugar seria grandioso, jumm muero por saber quien es jijiji.
Me empiezo a apegar a la historia, intrigante y apasionante.

Un beso